Viajar ligero y mantener el control sobre tu equipaje de mano es una preocupación común para muchos viajeros modernos. En un mundo donde las tarifas por el equipaje facturado son cada vez más comunes, encontrar formas de evitar que tu maleta termine en la bodega del avión puede marcar la diferencia entre una experiencia de viaje suave y una llena de complicaciones.
Es cierto que cada aerolínea tiene sus propias políticas con respecto al equipaje de mano, incluyendo dimensiones y peso permitido. Antes de empacar, asegúrate de revisar las reglas de la aerolínea con la que estás volando para evitar sorpresas desagradables en el aeropuerto.
Damos por hecho que has escogido una maleta que cumpla con las dimensiones permitidas para el equipaje de mano. Las maletas que son demasiado grandes tendrán más probabilidades de ser bajadas a la bodega del avión, mientras que una maleta compacta y adecuada al tamaño establecido te permitirá mantenerla contigo durante todo el viaje.
Sin embargo, de lo que hablamos hoy es de evitar que bajen tu maleta a la bodega. No tiene por qué ser algo particularmente malo, pero si tenemos prisa o somos del club de la duda, creyendo que la perderán o que le van a hacer algo, siempre está bien conocer algunos trucos para evitar que esto suceda.
No pasa siempre, evidentemente. Además, tampoco son trucos infalibles. Pero lo que sí es cierto es que determinados aviones, especialmente los de menor fuselaje, no tienen capacidad suficiente dentro de la cabina, por lo que se suelen bajar a bodega buena parte de los equipajes.
No siempre sucede que, además, luego hayan de pasar a la cinta de recogida de equipaje, un trámite que es algo tedioso si vamos con prisa. Lo más habitual es que este tipo de entregas de equipaje se realicen a pie de pista, por lo que no son especialmente conflictivas, pero siempre hay algún pasajero que prefiere tener su maleta muy cerca.
La cuestión es que la forma de evitar esto, que no es una ley no escrita, pasa a menudo por pagar de más con diferentes tarifas o teniendo ciertos privilegios que concedan las aerolíneas. Por eso, nos importa ver cuál es la forma de escamotear nuestro equipaje y conseguir que no lo bajen a bodega.
Por desgracia, la mejor forma de evitar que nos bajen a bodega nuestra maleta es hacer cola. Sí, amigos, es la manera más frecuente de conseguirlo. Debemos tener en cuenta que hay, por regla general, varias filas de embarque (de la 1 a la 4, correspondiendo la primera a gente con prioridad como personas mayores, familias con carritos de bebés o clientes VIP).
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A partir de ahí, ya comienza el común de los mortales, siendo la mayor parte de los pasajeros los que van a la fila 4. Aquí es donde recomendamos hacer cola, pues es la fila mayoritaria y donde, si estamos en los primeros puestos de la cola, será más sencillo que todavía haya espacio en la cabina para guardar las maletas, librándonos así de que bajen nuestro equipaje a bodega.
Insistimos en que no siempre funciona. De hecho, podría ser que, controlando el embarque, el personal de tierra ya vaya colocando las típicas etiquetas a las primeras maletas para ir agilizando el embarque. Es una cuestión de probabilidad, pero merece la pena jugársela.
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