El salpicón de rape y gambones siempre ha sido plato de domingo en mi casa cuando yo era pequeña. Y es que picar menudo todas las hortalizas y desmenuzar el pescado no era tarea fácil para un día de diario cuando las prisas apretaban. La verdad es que yo ahora cuando lo preparo ya no me resulta tan trabajoso, a no ser que sea para muchos comensales, pero ya se sabe de niños todo nos parece más grandioso.
Para esta receta es importante que el rape sea de primera calidad y muy fresco, nada de esas colitas congeladas, aprovechad cuando lo veáis en la pescadería recién traído, pues la calidad de los pocos ingredientes que lleva es muy importante para el resultado final.
Cocer las colas de rape durante diez minutos en una cacerola con agua, sal y un chorrito de aceite. Dejar enfriar. En otro cacito cocer los huevos hasta que estén hechos al gusto. Enfriar y reservar. Cocer los gambones. Pelarlos de sus cascaras y reservar.
Picar el pimiento verde, el pimiento rojo y la cebolleta muy menudos, añadir a un bol. Picar menudo el rape y los gambones en trozos reservando alguno para poner entero. Pelar los huevos y cortarlos menudos. Mezclar todos los ingredientes. Aliñar con sal y la vinagreta compuesta del aceite y el vinagre. Dejar enfriar en la nevera hasta la hora de servir.
Con qué acompañar el salpicón
El salpicón de rape y gambones fresquito acompañado de un buen vino blanco gallego constituye un entrante espectacular para días en los que nos apetece algo más ligero y refrescante. Perfecto como aperitivo para compartir, como entrante o plato único de cena.
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