La primera vez que comí esté pescado fue en un viaje a Madrid y me cautivó totalmente su delicado sabor. Desde entonces, siempre que voy al mercado y lo encuentro fresco, lo compro para prepararlo en casa. Normalmente, lo hago siguiendo esta receta de rodaballo al horno con patatas y cebolla. Nos encanta.
Si lo preferís, podéis poner la cebolla y las patatas en crudo para hornearlas, pero lo he probado de ambas formas y os aconsejo hacerlas un poco en una sarten previamente. De esta forma quedan melosas y con un sabor verdaderamente delicioso.
Empezamos limpiando y salando el pescado por ambos lados, lo reservamos en la nevera. Pelamos las cebolla, las lavamos y las cortamos a gajos. Pelamos las patatas, las lavamos y las cortamos a rodajas medio gruesas.
Freímos por separado las patatas y la cebolla. No tienen que quedar hechas del todo. En una bandeja de horno disponemos la cebolla y, encima de ella, las patatas. Salamos ambas caras.
Pelamos los ajos, lavamos el perejil y los picamos juntos. Sacamos el rodaballo de la nevera y lo colocamos sobre las patatas. Encima distribuímos la picada de ajo y perejil. Regamos con aceite y con el vino blanco.
Después, horneamos el pescado durante una hora a 180ºC. Si es necesario, añadimos un chorrito de agua para que no se seque. Si vemos que se tuesta demasiado, podemos cubrir el pescado con una hoja de papel de plata. Antes de sacar del horno, gratinar cinco minutos para que la piel quede crujiente.
Con qué acompañar el rodaballo al horno con patata y cebolla
Con esta receta de rodaballo al horno con patatas y cebolla, tanto el pescado como el resto de los ingredientes quedan totalmente confitados. A mis hijos les gusta mucho, pues además es un pescado que no tiene demasiadas espinas pequeñas. Esta vez, lo acompañé de mayonesa casera.
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