Uno de los mariscos más fáciles de encontrar durante todo el año en el mercado, es el buey de mar, ya sea fresco o congelado, e incluso ya cocido, suele ser un habitual en cualquier plaza o supermercado.
En Galicia y Asturias se suelen cocinar sin más y una vez abiertos se mezcla el interior del caparazón con un chorretón de vino blanco joven, sin necesidad de más preparación, pues así esta delicioso.
Pero, en algunas ocasiones, me apetece con este marisco preparar una receta más elaborada, aunque muy sencilla como vais a poder comprobar, de buey de mar relleno. Un plato que tanto puede valer para compartir en una cena informal, con un buen Ribeiro o unas "sidrinas", como para celebrar una ocasión especial alrededor de nuestra mesa.
Comenzaremos cociendo los buey de mar. Para eso ponemos una olla grande con abundante agua fría si el marisco está vivo, unos cinco litros y unos 60 g de sal gruesa por litro de agua aproximadamente o la misma cantidad de agua y sal, pero templada, si el marisco es descongelado.
Añadimos los bueyes de mar y llevamos a ebullición. Contando unos 12 a 15 minutos de cocción desde que el agua borbotee. Mientras cocemos en otro recipiente los huevos durante 20 minutos.
Una vez cocido los bueyes, los retiramos del agua y los abrimos, quitando toda la carne del interior del caparazón, separando el cuerpo que limpiaremos de sus agallas, y retirando sus pinzas principales. Reservamos la carne en un recipiente y le añadimos los huevos duros picados.
A continuación picamos muy menuda la cebolleta, el pimiento verde y el perejil y lo añadimos a la mezcla anterior. Salamos al gusto y por último hacemos una vinagreta con el aceite de oliva virgen extra y el vinagre, que se la incorporamos a la carne de buey y resto de la picada. Dejamos 30 minutos en el frigorífico y servimos repartiendo la mezcla en los caparazones vacíos.
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Con qué acompañar el buey de mar relleno
Esta receta de buey de mar relleno es principalmente un entrante a otros platos, aunque también podemos degustarlo como una cena ligera y llena de sabor. Un buen pan de hogaza gallego y un vino blanco muy frío es todo lo que necesita como acompañamiento esta receta llena a sabor del mar.
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