Si hay una de las comidas del día que me da pereza preparar, esa es la cena. Normalmente llego a ella tan cansada, que si no fuera por mi familia cenaría únicamente un yogur. Pero como eso es una aberración desde el punto de vista nutricional, para esas ocasiones en las que no queréis complicaros la vida os propongo esta receta de montaditos de ibérico, calabacín y pesto.
La salsa pesto es la preferida de mis hijos, y como se prepara en un plis plas suelo hacerla bastante a menudo. A nosotros nos gusta fuerte y algo espesa, por eso no suelo triturar demasiado los ingredientes, vosotros variad las proporciones a vuestro gusto, que para eso es vuestra cena.
Empezamos haciendo el pesto, ponemos todos los ingredientes en un procesador de alimentos y triturándolos hasta conseguir una salsa bastante espesa. Limpiamos el calabacín, lo despuntamos y lo laminamos con ayuda de un pelador de verduras. Doramos los piñones a fuego lento en una sartén durante 5 minutos, deben quedar muy dorados.
Colocamos las rebanadas de pan en una fuente, extendemos sobre cada una de ellas una cucharada de pesto. Encima disponemos el ibérico y las tiras de calabacín crudo y por último los piñones. Regamos con aceite de oliva, salpimentamos y servimos.
Con qué acompañar la receta de montaditos de ibérico, calabacín y pesto
Para que esta receta de montaditos de ibérico, calabacín y pesto salga deliciosa, es necesario que el pan que uséis sea de la mejor calidad. Podéis tostarlo si os apetece, pero en este caso no tardéis en servir los montaditos para que no se endurezca y desmerezca el conjunto. Acompañadlos con una copa de vino tinto.
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