Si fuesteis uno de los casi 3,4 millones de espectadores que ayer resistió estoicamente hasta las dos de la madrugada para ver la final de Masterchef Celebrity 2, ya sabréis que fue el piragüista olímpico y policía nacional Saúl Craviotto quien resultó ganador frente a la humorista Silvia Abril, repescada por el programa y que no pudo contener las lágrimas al resultar vencida por el deportista.
El programa empezó con el reto para los cuatro aspirantes, Saúl Craviotto, Silvia Abril, José Corbacho y Patricia Montero, de emular un plato de la chef María Marte, prueba en la que resultó ganadro Craviotto, que pasó directamente a la final. Sus tres compañeros midieron fuerza en la segunda prueba, que consistió en cocinar y servir en El Celler de Can Roca, un menú de seis platos que degustaron los hermanos Roca y que ganó Silvia Abril.
Dos menús a la altura de la final
El menú que preparó Craviotto estaba compuesto de pez rey con pa amb tomàquet, becada con manzana y ñoqui de maíz, y un postre con crema de frutas de la pasión y albaricoque, quenelle de helado de mango y un árbol de chocolate. Por su parte, Silvia Abril concursó con una propuesta que incluía un primero de royal de alcachofas, almejas y trufa, seguido de un solomillo de romescu y minipuerros y un helado de crema catalana, con chocolate y aceite de oliva de postre.
Además de los miembros habituales del jurado, Pepe Rodríguez, Jordi Cruz y Samantha Vallejo-Nájera, también formaron parte de él dos chefs invitados: Martín Berasategui (ocho estrellas Michelin) y Quique Dacosta (dos estrellas Michelin). El chef Jordi Cruz alabó el esfuerzo de los finalistas diciendo que "en las 11 ediciones de MasterChef no recuerdo un menú cocinado con tanta pasión, con tanta calidad, tanto cariño y tantas ganas como el que hoy hemos probado".
El flamante ganador
Con este trifunfo, el ganador de ayer toma el relevo de Miguel Ángel Muñoz, ganador de la primera edición de Masterchef Celebrity, haciéndose con el premio de 75.000 euros que donó a la Fundación Aladina. Además, los dos finalistas podrán completar su formación como cocineros en el Basque Culinary Center, el centro de estudios culinarios más prestigioso de España.
Es curioso, pero Craviotto entró al concurso sin tener ni idea de cocina, incluso ha confesado que en los primeros programas se sentía como pez fuera del agua. Ha demostrado que el tesón y la perseverancia tienen premio, pues alrededor de la séptima semana empezó a verse con posibilidades de ganar. Y lo ha conseguido, aunque según él, le haya costado más que sacarse las oposiciones de policia.
Masterchef ¿la gallina de los huevos de oro?
Si nos atenemos a los números, el espacio de ayer por la noche arrasó con un extraordinario 29.7% de cuota de pantalla ¡Un éxito total! Y es que, en realidad, Masterchef es más que un concurso: es un campamento de verano, una escuela online, libros, ingredientes, gadgets de cocina, etc.
Si el programa funciona y los espectadores disfrutan con él ¡adelante! Solo hay una queja que espero solucionen en posteriores ediciones, y es la hora de emisión. Hay que tener mucho valor para aguantar cuatro horas seguidas, sin intermedios, hasta altas horas de la madrugada si al día siguiente tienes que ir a trabajar. A esas horas ya no quedan ni fuerzas para pensar en tuits ingeniosos para compartir en la red.
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