Que se avecina Halloween es algo que se respira en el ambiente desde hace días ¿Sólo se respira?, pregunta en mi interior una vocecita malévola. Y es que es imposible no darse cuenta de su llegada, ante la proliferación de calabazas, brujas o esqueletos que invaden los escaparates, pero también se celebra nuestra Festividad de Todos los Santos y es indiscutible que ambas tradiciones son difíciles de aglutinar.
Es curioso cómo cambian las costumbres. Cuando yo era niña la Festividad de Todos los Santos era una celebración completamente sobria, en cambio mis hijos entienden estos días como una estupenda oportunidad para disfrazarse de monstruos, maquillarse del modo más horripilante posible y comer chucherias con forma de insectos.
Las costumbres culinarias también han ido variando. Al lado de las tradicionales recetas propias de cada región española: buñuelos de viento, gachas, huesos de santo, panellets, etc, podemos encontrar otras de tierras lejanas que poco a poco van encontrando un hueco entre nosotros: caramelos de maíz (candy corn), tarta de calabaza (pumpkin pie) o manzanas caramelizadas (caramel apple).
Por supuesto no estoy en contra de Halloween, pero no me agradaría que se perdieran nuestras tradiciones culinarias del Día de Todos los Santos. Aunque reconozco, porque es evidente, que se trata de recetas menos llamativas y que carecen de ese aire festivo que hace tan atractivas todas las novedades que hemos mencionado.
En Ibiza, es costumbre reunirse con la familia o amigos para comer panellets, frutos secos, especialmente piñones, y asar boniatos. No tengo intención de abandonar estas tradiciones, aunque al mismo tiempo sé que también hornearé bizcochos de calabaza y prepararé dedos de bruja para mis hijos. ¿Y vosotros? ¿por quién os inclináis en la pugna Festividad de Todos los Santos vs. Halloween?.
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