Esta escuela tiene como finalidad incorporar a los invidentes al mundo laboral como catadores profesionales, pudiendo profesionalizarse en cualquier tipo de bebida o alimento. Tras la formación, las personas ciegas pueden apreciar intensamente diversos aspectos y matices del vino, esto ya se ha intentado transmitir a todo el público con las propuestas de las catas a ciegas.
Es posible que en un futuro no muy lejano los invidentes sean los más solicitados por las empresas productoras para catar sus productos, ya sea vino, aceite, queso, jamón o café, siempre será mejor contar con las personas más capacitadas para realizar las catas.
Vía | Bodegas y Vinos Más información | La Segunda Más información | Fundación Luz