Seguramente todos tenemos muy claro que una persona que muestra arrugas en la piel y su pelo es canoso tiene más de 18 años. A no ser que sufriera del llamado síndrome de Hutchinson-Gilford, una patología que proporciona a un niño el aspecto de un anciano, claro que esta es una extraña anomalía genética nada común y sería la excepción.
Explicamos esto porque se ha dado un caso muy singular en el Reino Unido, en el que los trabajadores de un supermercado del grupo Morrison se han negado a vender alcohol a un hombre de 72 años porque no demostraba ser mayor de edad. Los dependientes del supermercado le preguntaron al sujeto en cuestión (el de la foto) si era mayor de 21 años y si podía acreditarlo. Al parecer no llevaba documentación encima y no pudo hacerlo.
La apariencia del hombre no bastó para que pudiera comprar libremente una botella de vino, quizá es un comportamiento extremo a fin de evitar la venta de alcohol a menores, “sin acreditación no hay alcohol”. Pero sinceramente un poco de sentido común sería necesario en los dependientes, hay cosas que se caen perfectamente por su peso.
Vía | BBC
