Que se quede la mitad del contenido pegado a las paredes del bote o la botella es algo que pasa con muchas salsas y otros líquidos, pero el ketchup es sin duda su mejor exponente, hasta el punto de que es un recurso humorístico habitual. Sin embargo, los chicos del MIT han decido acabar con el sufrimiento de todos aquellos que queremos aprovechar cada gota y han diseñado la botella de ketchup de la que sale todo el ketchup.
En realidad, lo que han inventado es una sustancia llamada Liquiglide, una especie de película que se coloca sobre el vidrio o el plástico, en el interior de la botella, y hace que cualquier líquido se deslice con suavidad, sin quedarse el más mínimo residuo sobre la superficie, tal como se puede ver en el vídeo a continuación.
Aprobada por la FDA, el organismo estadounidense que vela por la seguridad alimentaria, esta sustancia puede suponer una revolución en los envases de todo tipo de salsas, mermeladas, cremas... o incluso en productos cosméticos, permitiendo al consumidor no sólo aprovechar todo el contenido del envase, sino que la experiencia de uso sea mucho más gratificante.
Hay quien piensa que aunque la idea es genial, no tendrá éxito, ya que a las empresas les interesa que sea frustrante acabarse los botes, y así tengas que comprar otro, pero estoy seguro de que muchísimos de nosotros nos decantaríamos por el producto que usara esta tecnología, tanto porque da rabia que la mitad se quede dentro como porque a veces es un suplicio servirse la cantidad que queremos.
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