De la especie Euterpe edulis, recibimos de la América tropical un delicado y suave manjar, el palmito, aunque también hay otras especies. Pero quizá deberían empezar a plantearse hacer un sucedáneo, como con las anchoas por ejemplo, ya que si pensamos en cuidar el ecosistema no nos queda otra, pues el también conocido como “corazón de palma o corazón de palmera”, debe su nombre a la entrega de su vida, la extracción de los palmitos suponen la muerte de la palmera. Además, para lograr un kilo de palmitos se necesitan una o dos palmeras de diez años. ¿Todavía piensas que son caros? ¿o has pensado en no consumirlos más?. Hay que reconocer que están deliciosos, pero es una pena que para satisfacer nuestro paladar haya que sacrificar algo tan preciado como es la naturaleza y las especies que la componen.
Del color del marfil y con un sabor delicado y dulce, el corazón de la palmera se suele adquirir en conserva, pues si son frescos, se deben cocinar para eliminar su sabor amargo. Se emplean en ensaladas, como aperitivo o como acompañamiento de diversos platos y se suelen aderezar con salsas suaves como la mayonesa o alguna vinagreta.
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