Seguramente si a muchos de nosotros nos preguntaran de dónde procede la Coca Cola, no dudaríamos en contestar que de Estados Unidos, pero si esa misma pregunta se hiciera en el valenciano pueblo de Aielo de Malferit quizá la respuesta sorprendería al afirmar que la fórmula secreta del refresco más popular del mundo nació en ese mismo lugar.
Si hace unos dos años fueron la propia BBC y medios informativos estadounidenses los primeros en recoger entre sus noticias que el origen de este universal refresco pudo ser valenciano, es ahora en estos días cuando el diario alemán Der Spiegel vuelve a resurgir el tema con su reportaje “La firma española que inspiró a la Coca Cola”, haciéndose eco de las reivindicaciones de Juan Micó, empresario de licores en la localidad de Aielo de Malferit.
Pero volvamos la vista atrás más de cien años para entender de donde procede la historia que pudo haber cambiado el futuro de esta fábrica de licores valenciana. Corría el año 1880 cuando tres emprendedores, Aparici, Sanz y Ortiz fundan una modesta fábrica de licores en su pueblo para elaborar bebidas de nombres tan sugerentes como Perfecto amor, Placer de damas o Leche de vieja, así como un licor con nuez de Kola y hojas de coca de Perú, llamado “Anís celestial”, de color y sabor muy parecido al actual refresco aunque más concentrado.
Aielo de Malferit
Pronto comenzó su éxito y de ser proveedores de la casa Real pasaron a conseguir multitud de premios como el de la Exposición Universal de París, también en Milán, Chicago y Londres, así como varias medallas en un Certamen de bebidas celebrado en Filadelfia en 1885, justo un año antes de que naciese la Coca Cola.
Un revés en el cultivo de la vid autóctona provocó que Aparici, que en esas épocas actuaba como comercial de la fábrica viajando por todo el mundo para abrir mercado, trajese de Estados Unidos unas cepas de viñas más resistentes a las plagas y a cambio iba dejando botellas de Nuez de Kola Coca de prueba.
Aquí se diluye la relación entre el pueblo valenciano y Estados Unidos hasta que en el año 1886 un farmacéutico de Atlanta de nombre John Pembetton crea un vino de coca medicinal que le llamaría Coca Cola, después de haber probado en el Certamen de bebidas de Filadelfia el año anterior un jarabe de nuez de kola español, y al que posteriormente le añadió soda para elaborar un refresco ¿casualidad o plagio?
Quizá ahora parezca inexplicable, pero lo cierto es que en esas épocas no se registraban los productos inventados hasta que no tenían plena aceptación del consumidor, por lo que la fórmula del jarabe de la fábrica Micó podía ser copiada fácilmente sin toparse con ningún obstáculo legal.
No fue hasta 1903 cuando el valenciano licor de nuez de Kola Coca fue patentado, en tanto el jarabe de cola americano crecía y crecía imparable mientras que en Valencia pasaban dificultades en medio de la guerra civil, ante la ocupación y la falta de materia prima.
Hasta 1953 la historia de estas dos bebidas no se volvió a cruzar. Coca Cola llegaba a España y se topaba con un obstáculo, había una bebida con nombre parecido y la misma base composicional en un pequeño pueblo de Valencia, por motivos legales no podían comercializar su imparable producto así que tuvieron que volver a Aielo de Malferit a tratar de negocios e intentar comprar la patente. Se cree que el pacto se cerró en torno a las 30.000 pesetas, pero no existen registros de la transacción.
La empresa valenciana solo se quedó con la patente para fabricar la versión alcohólica del refresco, bebida que en Valencia se sirve como una rareza en banquetes y bodas. En la actualidad la fábrica solo cuenta con cuatro trabajadores que todavía recuerdan lo que pudo haber sido y no fue si en ese momento se hubiera negociado con los americanos un diminuto porcentaje de los beneficios de este universal refresco.
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