En 1987 Ferrán Adrià acudió a una conferencia que marcó su forma de actuar en la cocina, una frase pronunciada por un cocinero francés capto su atención. Al cocinero francés le preguntaron que era la creatividad, la respuesta en nuestra opinión fue la más acertada, la creatividad es no copiar.
Ferrán Adrià se aplicó la frase y comenzó a trabajar en su cocina maridando tradición, innovación y creatividad. Hasta el año 1997 el cocinero y su equipo trabajaron con empeño y según comenta, en esa época los beneficios eran muy justos, llegando en algunas ocasiones a pasar dificultades económicas. Es necesario mucho trabajo para alcanzar las metas deseadas, los beneficios se obtienen del continuo esfuerzo, no se puede pretender llegar y besar el santo sin dar un palo al agua. Para Ferrán fue difícil conjugar una total innovación en la cocina con el mantenimiento del negocio. Nunca sabes como va a aceptar la clientela las novedades que le ofrezcas.
A través del vídeo conocemos el por qué el Bulli permanece cerrado durante seis meses, en un principio el motivo era la falta de clientela durante los meses de invierno, con el tiempo, la mayor popularidad, los premios y las ganas de investigar, el cierre de estos seis meses se convirtió en algo necesario para continuar con la innovación y la vanguardia.
Muchos son los años dedicados a la cocina, desde que se inició como fregaplatos en el año 1980 hasta hoy, el mejor cocinero del mundo. Sin duda un titulo bien merecido por su constancia en el trabajo.
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